2.12.2012

granada

Querido cuerpo

Estos días tengo ganas de estar sola contigo. Salgo lo necesario para volver a casa y despojarte de los zapatos y sustraerte de la falda y la blusa y juguetear con los tirantes hasta que ellos también se van. La semana pasada te llevé a la playa. Había pasado demasiado tiempo. De ida te quejaste, te adoloriste, te mareaste. Pero todo fue depositarte sobre la toalla, untarte de aceite con economía. Pedir una cerveza, dos. Comprar una granada al vendedor ambulante. Hincarle el diente a la granada, la granada entre las manos, el jugo en catarata por el mentón, las semillas explotando. Y tu contento y en vías de oscurecimiento. Brilloso, contento, agradecido. Parto descalza una naranja y la misma cosa, un surco de jugo se despeña hasta el ombligo. Te persigo por la casa, intentando convencerte de que te vistas. Obligándote a cubrirte para poder salir. No quieres. Te pongo un zapato y te escapas del otro. Elijo un pantalón y prefieres una falda. Te gusta estar calato, querido cuerpo y yo no puedo hacer otra cosa que permitirlo.

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7.14.2010

in the house

That Wednesday she started walking about the house. Doing laps, if you will, of the apartment. She had been sick for five days now. Maybe, she reasoned, if I start moving the body a little but more, I will force it to start working normally again. Maybe, she tought as she got a conscious feel of her barefoot weight on the house, I will trick it into being healthy with the distraction of routine walking. Different rooms had different temperatures, and this was not only evident in the way her unwashed hair clung to the back of her neck as she went stupidly from one to the other. The soles of her feet liked her bedroom better, the darkness of the last few days helped keep the floor cool. In the hallway she was puzzled for a couple of laps until it became clear that the unusually high temperature by the bookcase was due to a water pipe that ran just below that particular spot. Had she owned a cat, this would probably be a favorite siesta spot in a rainy day. She didn't own a cat out of fear it would be a certificate of sorts of her loneliness. In any case, having a pet while sick didn't seem like such a good idea at this moment. She could barely carry her own body from one room to the other, breaths becoming shorter with each step. Medicines were another little ritual. She had a hard time keeping all of them together, and she tended to move them from the bedroom to the bathroom to the kitchen every six or eight hours. But her memory was doing allright. She hadn't mixed them up and she didn't have to see the prescription except the first time. That had been Saturday, after coming back from the hospital. A dreadful little affair. Her left wrist featured two purple marks where the nurse had failed to start the IV. It hurt a little when she slept on that side.

So she sleeps on her right side now. And in the morning she opens her left eye early and waits. She does what others would say is conscious breathing, looks around without moving her head so as not to wake up her nausea too early. [...]

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7.10.2010

ER

Querido cuerpo:

No se vale enfermarse de esa forma tan, montonera. ¿Oído, garganta, estómago Y espalda?

Ya no voy a advertirte que las vacaciones son un mal momento. Que no podemos seguir visitando consultorios en lugares a los que uno visita con una maleta. ¿Te gustó estar en un gurney? ¿Te gustó que te auscultara un médico gordo y desconocido? ¿Te gustaron los piquetes y las agujas y las tres y cuatro y cinco horas tendidos mirando un triste cielo falso y dormitando y luego otra vez, el escalofrío y la náusea? Dudo mucho que te haya gustado, aunque a veces, traicionero, lo sospecho. El caso es el siguiente: elije UNA cosa de la que te vayas a enfermar, una ¿lo entiendes? Y después, hazlo bien. Porque un poquito de cada cosa nadamás me pone de muy malas.

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4.23.2010

60 días

El cuerpo se comporta como el electrodoméstico fuera de garantía. Me está saliendo como minutos fuera de plan. Como kilómetros extra, horario nocturno, tarifa sin subsidio, cambios en el menú, etcétera.

Quiero decir, se descompone. Cobra caro.

El cuerpo, que se comporta de pronto como producto similar. A sí mismo. Pero en otra época.

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2.05.2010

again, el cuerpo

Querido cuerpo:

Algunas veces te vuelves un desconocido, una especie de enemigo por descuido, un extraño torpe que desconoce la voz que más hace falta que esuches. No te equivoques. Te sigo queriendo, cuerpo amado. Sigo pensando que tienes las piernas fuertes y me gusta tu cintura semi-breve y la forma que tienes de moverte algunas veces y la forma en que respiras. Me gustan tus pies y tu cadera. Pero no haces caso y te cansas y tropiezas -siempre tropezando, siempre cansado- y me traicionas. Nos traicionas. Porque al final de cuentas, no te confundas, eres mío nadamás y no puedes marcharte a otra parte sin llevarme también contigo. Excepto si te mueres. Sólo entonces vamos a separarnos, entiéndelo bien, será el fin para ti. Y yo voy a extrañarte mucho. Así que puedes enfermarte todo cuanto quieras, que yo no me voy a mover de tí. Toseré, moquearé, deliraré, sangraré. Pero lo haré junto contigo. Dentro de ti. No tenemos escapatoria. Hace falta que empecemos a movernos más como antes, como cuando creíamos que no había frontera entre tú y yo.

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10.25.2009

misiva

Querido Cuerpo:

Hace un rato que usted y yo no nos dirigimos la palabra. Me contaron que no le gustó que lo haya puesto a correr dos o tres veces por semana desde hace más o menos un mes. Vamos, tampoco hay que ponerse así, porque dicho francamente, usted y yo sabemos que la velocidad a la que me permite darle vueltas al parque tampoco es la gran cosa. La idea es, déjeme contarle, que poco a poco vayamos mejorando esta relación que sostenemos para que yo me sienta siempre contenta de mirarlo y usted disfrute de todas las cosas ricas que yo puedo proporcionarle. Y eso incluye, pero no se limita, a los ravioles con salsa de tomate y carne de puerco con parmesano fresco como los de hace unos días.

Ayer, por ejemplo, ¿vio qué bien le sentaron esos largos minutos con los pies bajo el agua caliente? ¿y después, la lima y el alicate y al final el bonito esmalte rojo que le pusimos a las uñas? No se haga, que más tarde lo vi ufanarse con los zapatos de dedo escotado y mover coquetamente un hombro frente al espejo cuando le puse el vestidito negro que tan bien le queda. ¿Entonces qué son esas actitudes, me pregunto yo, de amanecer con una migraña tan estúpidamente terca en la región parietal izquierda? ¿Para qué la cojera llorona en el parque a la tarde? Entiéndame bien: Usted no va a ninguna parte sin mí y yo estoy atrapada dentro suyo. Y tenemos que ir a la playa en tres semanas, así que no se me descomponga.

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9.22.2009

drugs


- Y ¿cómo te sientes?
- ...¿de qué?
- ..¿de la gripa matona que tienes desde el sábado y que me acloaraste varias veces que no es influenza?
- ah.. nah ya estoy, con madre
- ¿y eso?
- me tomé varias cosas y yap, como si nada
-....
- ...ya se me había olvidado cómo eran las drogas. Why did I ever stop doing them?

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5.11.2009

lamento

Este cuerpo mío está convirtiéndose en un lamento. Un lamento quedo y constante. No es mi caso. Yo lo escucho y no lo escucho. Lo miro, lo veo, intento negociar, consolar, explicar. Pero no hay razón. Ésa es la esencia del cuerpo, la sinrazón. Y pasa que no nos entendemos últimamente. Que ya no quiere encontrarme ahí donde habíamos quedado.

Cuando uno piensa en curvas, se le ocurre que son suaves y redondas. Y cuando uno piensa en ángulos, estos son duros y fríos y tensos. Con el cuerpo sucede curiosamente lo contrario. Al menos con este cuerpo. Este que de ordinario es flaco y plano y otra vez, como cada tanto, se endurece un poco. Los ángulos trocan en curvas. La piel se tensa, se duele. Cada tanto -a veces él lo sabe mejor que yo- el cuerpo hace esto. Dice, me dice. me llama. Para esto servimos. Para esto estamos listos. Lo miro. Lo toco. Siento pena. por que sé que está de alguna forma desperdiciándose.

El fin pasado vimos Elegy de Philipp Roth. Y me quedé n poco con eso. El asunto del cuerpo y la juventud. No la mental, sino la física. Aunque también. La pérdida de ambos. ¿Qué queda después de que se pierde el cuerpo? ¿A dónde tenemos que irnos cuando se gasta? ¿Cuáles son las posibilidades ante este horizonte tan finito, tan aquí nomás?

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5.04.2009

eneunohache...

Quiero escribir sobre el cuerpo.
El mío.

Cómo hacerlo cuando estos días el que importa es el de los demás. El cuerpo colectivo. Nuestra salud. La de todos. La influenza, por lo visto, sería un tema más apropiado. Sobre ella voy a decir sólo lo de rigor.

1. El mundo se dividó por fin en dos: Los influenzofóbicos y los influezocínicos. Unos y otros son unos tarados.

2. Las teorías de la conspiración, apréndanlo bien, tienen un error fundamental: Descansan sobre la idea de que las personas conspiran. Ni los fabricantes de cubrebocas, ni Obama, ni el PAN, ni monsanto, ni el PRI, ni el G-7 ni tu abuelita ni la mía.

3. Hay que volver a leer a Norbert Elías. Si va a ser por la influenza, no importa. ¿Vieron que no era manía mía eso de insistir en lo de que estornudar como la mayoría de las personas no sólo es de pésimo gusto sino un riesgo para la salud de los demás?

4. Nos gusta sufrir. En el Bluckbuster estaban agotadas todas, todas las películas del fin del mundo, zombies, catástrofes y demás. Ándenle, ándenle.

5. Los medios. Los medios. Los medios. Lo siento, pero.

6. ¿Vamos a enfrentar el apocalipsis con tapabocas y botellitas de antibacterial? ¿Neeeeta?

7. El hermanuel es sabio: Sugiere que nos esperemos a ver qué trae el fin del mundo del 2012 que predicen los mayas. Capaz que este trae algo más interesante.

8. Quienes se quedaron en casa (pero sí salen al Blockbuster, al super, al oxxo) para protegerse del virus no se bañaron. Lo sé por su ropa y su pelo y su olor y sus apachurrados cubrebocas en las filas y en las calles.



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4.30.2009

Querido cuerpo:


¿Te dije ya cuánto putas me jodes la vida?

Ahora lo sabes.

Impaciente, hijoeputa.

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4.10.2009

memorándum

Querido cuerpo:

¿Tú para quién trabajas?

Ni se te ocurra volverte a enfermar en la víspera de las vacaciones ni durante ellas.

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2.26.2009

Coetzee, Cuerpo, Cumpleaños

Cui me regaló un libro. Cumplió años y él me regaló un libro a mí. Es el Diario de un mal año de J.M. Coetzee. De alguna forma, es como 24 en papel: la parte superior del libro la ocupan los textos que escribe el personaje principal a propósito del mundo post-09/11, post-feminismo, post-etcétera. La parte inferior la ocupan los pensamientos de este tipo y sus conversaciones con su secretaria/vecina. Más adelante, hay una tercera "pantalla": la de la secretaria/vecina. Fuera de Internet, nunca había leído nada así en "split-screen-mode". Me está gustando. De pronto me topo con un párrafo que dice, a propósito del cuerpo:

"Las cosas parecen ser distintas en nuestro caso. El hecho de que haya l ocuciones corrientes como 'mi pierna', 'mi ojo', 'mi cerebro' e incluso 'mi cuerpo' indica que creemos en la existencia de una entidad inmaterial, tal vez ficticia, que determina la relación de posesor respecto a poseído en lo que atañe a 'las partes' del cuerpo e incluso al cuerp oen su totalidad. O bien la existencia de tales locuciones demuestra que el lenguaje no tiene dónde agarrarse, no puede ponerse en marcha, hasta que ha dividido la unidad de la experiencia. No todas las partes del cuerpo son objeto del mismo grado de catexis. Si extrajeran un tumor de mi cuerpo y me lo msotraran en una bandeja quirúrgica, dicipendome 'tu tumor', sentiría repulsión ante un objeto que en cierto sentido es 'mío' pero al que repudio, y ciertamente me alegro de su eliminación; mientras que si me cortaran la mano y me la mostraran, sin duda, experimentaría la más profunda aflicción" (Coetzee, 2006: 71-72)


Entonces entiendo muchas cosas de mi obsesión. Y Coetzee, que todavía me tiene pensando sobre el cuerpo y el lenguaje y la posesión de ambos, me hace mirar el párrafo inferior de la página contraria que dice:

"[...] ¿Quieres que me ponga un uniforme de escuela de monjas y me presente ante el tribunal como una muchacha virgen que se ruboriza cuando un hombre tiene pensamientos sobre ella? Cumpliré treinta en marzo. Muchos hombres han tenido pensamientos sobre mí" (73)


Y yo y mi cuerpo nos quedamos en la baba literal y metafórica.

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2.03.2009

maricón

Este cuerpo, que ahora se regodea desnudo enfrente de cuanto espejo se pueda. El mismo que se asoma coqueto por el escote o la manga o la falda. Este cuerpo altanero que se ríe de los demás cuando no tiene que panza que sumir ni lonja que esconder. El papelonero que me dicta que escriba que desde que hicimos las repeticiones para pierna en el aparato ese, me pulsa una vena en la frente (no vaya a ser que nos muramos y nadie sepa por qué). Este cuerpo que hoy por fin sudó en el gimnasio y gimió y bufó cuando lo hice cargar esto y aquello con una pierna y con otra.

El mismo que hoy se puso en huelga cuando el jabón se cayó en la regadera, dijo no más y no me dejó terminarlo de lavar.

Este, este cuerpo es una nena.

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1.31.2009

usted

Usté tal vez todavía no se ha dado cuenta pero hace algunas semanas que lo estoy observando. Lo miro en lugares públicos, de reojo. Lo espío, querido cuerpo, y me maravillo. Cada vez está usted mejor, si me permite decirlo. Poco a poco se le asoman los músculos en lugares insospechados. Y las piernas, mire nadamás, qué firmes se le han puesto! Es cierto que se le nota un poco incómodo, como si algo le doliera ¿qué le duele?

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9.22.2008

unannounced

Ayer volvió, precisamente. No es bibenvenida, elle n'est pas la bienvenue. Pero llegó nondelés, y se instaló conchudamente en la parte superior derecha de mi cabeza. Y fue como si todo por dentro se hiciera de gelatina. Y la muy cabrona se paraba en un pie y se hundía en la cavidad del ojo. Luego en el otro y me punzaba la sien. Y bailó y zapateó y me tapó el ojo derecho toda la pinche noche, hasta que yo me quedé dormida, rendida, estúpidamente inútil ante su invasión desvergonzada.

Las cosas entre nosotros nunca han sido buenas, que quede claro. Pero antes por lo menos había una cierta convención: Ella avisaba de su llegada y yo tomaba precauciones para no estar. Le dejaba la puerta abierta, pero yo me largaba a los brazos de alguna poderosa sustancia mientras ella terminaba de estar. Después limpiaba los desperfectos, acomodaba el cuerpo y todos contentos. Es la segunda vez que no lo hace. Ahora le da por aparecerse así, de puntitas. Un poco como aquel jefe que tenía que caminaba sin hacer ruido y se te aparecía cuando tenías abiertas todas las ventanitas del messenger.

Así la pinche puta migraña.

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8.23.2008

temazcal

Querido cuerpo. Yo tampoco sabía de qué se trataba bien bien. Pero o sea, ¿sí, no? Nunca habíamos sudado tanto. Nunca de esa manera. Medio a oscuras, con las cuatro luces cardinales. Y el tambor que simulaba nuestro tun tun tun. El que llevamos dentro y con el que últimamente me asustas. Te aceleras, cuerpo, sin razón aparente. La edad. Tomar el trastecito de barro lleno de avena y hierbas y sábila y seguir las instrucciones y untarte, frotarte, sacarte concienzudamente todo lo viejo, lo muerto. Porque somos otros. Yo por lo menos. Y si tú me dejas, podemos hacer algo para que tú también. Para que reaprendas. Para que estemos en sintonía. Después el agua, y temblaste un poquito. Está bien. Todo está bien.

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7.13.2008

tratamiento


Hay que ser o muy profesional o muy idiota para enfermarse justo en la semana que uno se tomó de vacaciones.

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6.05.2008

Gertrudis

A eso de las 3:30 de la mañana una intrépida hormiga aventuróse en mi oído. Dos horas, una inundación vía jeringa y mil setecientos pesos después me voy a la cama. Mañana les cuento.

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4.28.2008

periodo

Cada tanto tiempo, el cuerpo habla, me dice. Se pone redondo, maduro. Repleto. Es como si se llenara de sí mismo. Como que me advirtiera. Lo miro y lo amo. Le paso una mano por encima, lo recorro con la mirada y sonrío. Con un orgullo que no puedo explicar.

Antes, al principio, estos momentos eran queja, grito, sacudida violenta.

Luego nada. Le daba cosas para que se callara. Fingíamos que se callaba. Y tanto silencio se convirtió en dos, tres, cinco, ocho kilos. Yo de la vista gorda. Y el cuerpo. Atontado.

Ya no. Ahora tenemos otra relación.

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4.01.2008

word of the day: cleavage


Sin aditivos ni conservadores. Una buena blusa y un buen bronceado nomás.




Sí, I'm such a tease.

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