3.31.2010

& taxes

La muerte. Desde pequeños nos la cuentan. Nos la señalan. "Allá está, lejos", nos mienten. Y crecemos pensando que nos es ajena y extraña y distante. Sucede que la muerte vive con nosotros. Que se asoma por la ventana mientras dormimos. Que nos saluda con la mano cada vez que nos subimos al coche. Que nos acompaña todos los días. Vamos aprendiendo a ignorarla. Abordamos caminos que nos alejan de tener que pensar en ella. Y un día, la muy zorra nos dice fíjate que no. Y extiende los dedos con las uñas pintadas y arrebata. Nos damos cuenta entonces que la muerte está siempre ahí, aquí. Que no tenemos de otra que mirarla a los ojos y aprendernos de memoria su voz. Porque vamos a tener que seguir tratando con ella.

3.10.2010

Antes de todo, te levantas tarde. Descompones la cafetera. Te vas sin café. El becario no va. La asistente se confunde. A tu madre la llaman para decirle que te han secuestrado. Tu celular falla en ese momento. Tu madre se preocupa. El examen sale con una hoja menos y mal grapado. Los alumnos se frustran al contestarlo. Tus tripas suenan. El reloj tictoctictoc. Los zapatos hacen complot contra el equilibrio, la uña, el tobillo. Una torcedura sería salir bien librada, podías haberte matado. Llamada en conferencia para poner paz. Poner paz a medias. Redactar acuerdos. Trabajar trabajar trabajar sin avanzar. El país, la violencia, el absurdo y tú que no te enteras. Más tarde, un respiro. Decir aquí estoy, charlemos. El horóscopo chino dice que vas a quedarte con el esposo que te contenta y no a largarte con el hombre que te ama.

A las nueve, en la oficina, la computadora se va al carajo otra vez. Demasiadas señales.