pasajera
Estos días se me van en taxis. El dinero también. Doce soles al centro. Quince de regeso. Diecisiete soles para aquí, catorce para allá. Y lo único que puedo hacer en el camino es pintarme la boquita una y otra vez y obligarme a hacer llamadas por teléfono. Nunca aprendí a leer en movimiento sin enfermarme. Ahora, algunas veces, leer me enferma también cuando no estoy en movimiento. Me compro novelas, revistas, poemarios, manuales en Kindle. Intento rescatar una palabra o dos, perderme en los párrafos mientras espero mi turno en la línea de migraciones, la cola de pacientes desmañanados y hambrientos en el laboratorio, la ventanilla del banco donde ahora van a pagarme. Mi escritorio de pronto tiene fecha de caducidad, espinas que se han vuelto más afiladas, un tufillo que me incomoda y me espanta. Pero no puedo abandonarlo aún. Aún no.
2 Comments:
querida Maztrich
casi seguro que no te acuerdas de mi, no tienes porque hacerlo, la verdad!
Soy otro blogger, perdón ex-blogger. Mi nombre de batalla fue, es, jodydito, mi blog fue, es; Heroina.
Me ha sorprendido después de más de 6 años que aún sigas escribiendo y tan bien como cuando conocí tus escritos.
Solo pongo estas líneas como una forma de respeto hacia tú constancia y especial manera de escribir, como agradecimiento de poder leer tus cuitas y anécdotas.
Una vez recuperado tu blog me sumergiré en él poco a poco saboreando y disfrutando cada sílaba.
Gracias Mazz
Jodydito
"un lejano admirador"
Internet era otra cosa y nosotros también, querido J.
Un beso
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