6.11.2007

placita

Anoche me dio gripe. Cuando se está en casa ajena hay que ajustarse a los remedios de los anfitriones aunque uno no quiera tal o cual cosa. Tal vez haya sido too much fobal. Tal vez hace demasiados días que estoy aquí. Me sentí débil, cansada, caliente. ¿Tendré fiebre? Me llevaron pizza de Tonno's a la cama y miramos todas las repeticiones. Acá hay algo muy curioso. Cuando no compraron los derechos de transmisión de un partido enfocan la tribuna. Entonces uno escucha la narración, como si fuera radio, pero mira a los espectadores en el estadio. Creo que es hasta un poco más divertido que mirar el partido. Repiten y repiten las jugadas, los errores, el triunfo. La gente en la calle. Niños pequeños. En mi delirante fiebre (que ya me aclararon que no tengo) imagino a nuestros supuestos potenciales hijos, vestidos de azulgrana en el 2013 (que nos volverá a tocar), conociendo por primera vez lo que significa esto. Saberse, sentirse campeones. Tal vez sí estoy muy enferma. Por las dudas nos tomamos con tranquilidad nuestro penúltimo día. Mañana emprendemos la retirada. Urge que hagamos la tan prometida comida mexicana. El problema está en que aquí no se consigue manteca vegetal. Bueno sí, pero es lo que conocemos nosotros como margarina. Quedan duras las tortillas si se usa margarina. Tampoco cilantro. Buscamos y buscamos y nos refieren a una y otra parte. Me preocupa. Vamos a la placita que, de acuerdo con mis fuentes, es como Paraguay, pero de este lado. Queremos una camiseta de San Loré para mi tío. Ahora es tarde, ayer todavía se conseguían.

Por la tarde vamos en familia al centro, a ver si encontramos los ingredientes para la cena mexicana. No luck. A menos que. Entonces vamos al lugar ese que promete tacos. Desde que llegamos lo vemos y lo vemos y por una razón y otra nunca estuvo abierto. Tiene que ser hoy, sería mi salvación. No podemos quedar mal. El letrero dice hamburguesas, empanadas y tacos mexicanos. ¿Hay tacos? Y ahora no hay, pero más tarde. ¿Y de qué hay? Son de fajita de posho y de carne. ¿Y la tortilla es de harina o de maíz? Y, le pongo un poco de los dos para que sea suave. ¿Es suave la tortilla? Y... muy suave tampoco es. Pobre hombre. Nomás falta decirle que vengo de la secretaría de protección de la cocina mexicana en el exterior para que se desmaye. Así y todo le pido unos para la famiglia. En la casa hacemos salsa y experimentamos con tapas de empanada. Si las tortillas de harina sirvieron para hacer empanadas en Monterrey, ¿por qué no usar las tapas para hacer tortillas? Porque quedan duras, por eso. Fracaso total de nuestra primera incursión culinaria en sudamérica. Habrá que volver por la revancha. Prometo traer tortillas, salsita y frijoles.

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