6.05.2007

costanera

Esta mañana íbamo a Paraguay. Primero, fuimo placita, buscábamo zapatisha Floricienta (no hay). Los marchante argentino dicen "qué será señora, qué será". Nada, no será nada porque no hay lo que buscamo. Bajamo hasta Galería del Mate, lindo lugar. Novio, papelón, estira palanca cae sherba everywhere. A la salida un pibito shora en la vereda. No tiene más de cuatro, cinco año. Y shora y shora solo en la vereda. Lo miramos y luego enfilamos al río. Fotos en la cojtanera, en el ferry. Bajamo a lancha parir a Paraguá, quiero otro sello pasaporte. Pasera dsicute taxista. Despué, rechazo migratorio. Nito visa. Más fotos besuqueo costanera. Sentamo a tomar cocacola fríamuchogas y pororó. Tengo hipo. Hi-po. Mu-hic-cho. U-jic-gh. Él no sabe manipular esternocleidoastoideo. Ay, ayijc, duele. Mucho hipo. Subimos al Manuel A. Ramírez, donde, guía turística en internet dixit, las parejas acuden a prodigarse amor eterno. A mí no me prodigan. Miramos fiesta infantil, gusano loco. Tomamo colectivo bamboleante. Shegamo consulado. Consul rajaba.

Compramo remera Sanloré. Fin de mi virginidá aficionística. Ahora soy hincha futbolera oficial. Despué, vimo amigo de él, japoné en la cashe. Fuimo parque. Hija japoné shoraba causa él. Volvimo a casa. Mañana, Iguazú.

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