8.17.2004

Cuerpo

Por fin lo hice. Después de mucho darle vueltas, después de mucho postergarlo, ayer me decidí y lo hice. Era ayer o nunca. ¿Verdad que te gustó, querido cuerpo? Así me lo imaginé cuando te escuché suspirar contento. Así me lo confirmó el sentimiento de bienestar generalizado que tenías después, cuando todo hubo terminado. Ahhh, benditas endorfinas. ¿Y sabes qué es lo mejor de todo? Que esto nadamás depende de ti y de mí y de ciertas circunstancias que no están en lo absoluto relacionadas con las voluntades ajenas, con los sentimientos y el "amor". Vuelves a ser todo para mí, y vuelvo a ocuparme de ti como se debe. A procurarte bienestar y placer y ricuras. Ya lo hacía, es cierto. Ya hacíamos tú y yo las cosas del baño diario prolongado, las de la depilación cuidadosa y periódica, las del alimento y la bebida. Pero esto nos estaba haciendo tantísima falta! Es cierto que al principio nos costó un poco de trabajo. No puedo obligarte a que así nadamás vuelvas a ser el mismo, a hacer lo mismo. Me di cuenta en el espejo, cuando te miré de reojo tumbado, esforzándote, los brazos tensos, las piernas cuidadosamente dobladas. Pero cada vez lo vamos a hacer mejor. Cada vez vamos a poder más y nos vamos a seguir deleitando sólo tú y yo. Lo supe cuando, contenta, abrí los ojos y sólo estaba la luz de unas cuantas velas. Lo supe cuando me incorporé y todo tú estabas cansado y feliz. Esta vez no vamos a abandonar la clase de yoga.

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1 Comments:

Blogger Jorge Pedro ha dicho...

ADORO TU BLOG Y ADORO QUE LO HAYAS HECHO AYER.

1:48 p.m.  

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