1.25.2009

potato and kielbasa gratin

Un capricho: cocinar la kielbasa que estaba en el congelador. Un reto: No salir a comprar nada.

Así que tomé las papas chiquitas (ojo que no de Galeana, sólo papas chiquitas) y las partí en mitades y cuarterones. Engrasé un refractario. Pimienta negra, pimienta roja, sal, ajo, échalots. La kielbasa en rebanadas sesgadas. Todo al horno. Mientras tanto, preparo un arroz salvaje que con la cantidad adecuada de mantequilla resulta en un cuasi risotto. Abro el horno, cierro el horno. Skypeo con Miss G que se ha mudado a vivir a Suiza. Abro el horno, cierro el horno, apago el arroz. Skypeo con la güera, tanto que la extraño. El hermanuel va y viene y se pregunta si ya mero. Por fuera todo está bien doradito, en su punto. Las papas no obstante, se resisten, deep down, a terminar de estar listas. Un minuto más y la kielbasa terminará por quemarse. Así que me arriesgo. Tomo una taza y vierto agua en el refractario. Sólo la suficiente para mojarlo todo por abajo. Espolvoreo con parmesano fresco y le cierro ahora sí, para no abrirle en diez minutos más. Oh my.

Ustedes no saben qué cosa tan deliciosa.

(Este post había de tener fotos)

Etiquetas: ,