taxi driver

Llegué ayer a Monterrey antes de las ocho de la mañana. Treinta kilómetros antes de entrar a la ciudad me percato de que, shit, no traje mis llaves. Así que no puedo entrar a mi casa (flashback regretful al momento en que el hermanuel y yo hicimos el pacto solemne y egoísta: ninguno hará por ningún motivo copia de la puerta de nuestra sacrosanta nueva casa), ni subirme a mi coche ni, oh, tragedia, abrir la puerta de mi añorada oficina. Vaivén de llamadas, conspiración bi-estatal, bi-generacional. Doce horas más tarde estoy en un taxi que habrá de cobrarme 190 pesos por ir a recuperar el sobre que contiene las añoradas e insustituibles (in-du-pli-ca-bles) llaves que me separan de ser peatón, homeless, molestia para el guardia que debe abrir y cerrar la puerta de mi cubículo cada que salgo.

El taxista. Ah, el taxista. Ni bien me subo y exclama ¡con clima, con clima lo quiere! al pedido que suena por el radio: "solicitan unidad con clima para el punto sur". Hace doce grados. Ya sé quién es esa chamaca, me dice, siempre pide lo mismo nomás por andar molestando, porque a ver, cómo va a ocupar una unidad con clima ahorita con el frío que hace, ni que fuera pingüina, verdá. Distraídamente me declaro de acuerdo y le indico a dónde nos dirigimos y hago algún comentario apropiado sobre la temperatura, la lluvia, la estación este año, más cálida que de costumbre. Pero a ver cómo nos toca el verano, mire porque quién sabe ahora como está esto...¿en qué país es ese que cuando aquí hace frío allá todo es al revés? Le digo que en realidad, son todos aquellos países al sur del ecuador. Pos sabrá Dios cómo estará allá ahora porque hoy hace frío y mañana no se sabe.

De ahí, salto conversacional al Discovery Channel, que a él le gusta mucho porque aprende uno bastante así de cómo es en otras partes, por ejemplo lotrodía, que estaban unos así que son como árabes, o algo así, y que leen la biblia totalmente pues, bien raro, porque sí creen en Dios pero pues leen así la biblia todos sin ropa, como Dios los trajo al mundo verdá. ¿Verdad que se le hace raro? Pues ellos así, tan normales y todo, o sea, no andan haciendo sus cosas ni nada, pero como decir que se juntaran a rezar el rosario pero aíjole se espanta uno de verlo, porque lo graban y todo o sea para que vea uno que sí es cierto.

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