6.10.2005

cuerpo en (re)construcción

A ver querido cuerpo, necesitamos romper este pacto de silencio que teníamos. Hace mucho que no te ponía atención de verdad. Me limitaba a meterte alimento en la boca cada vez que te quejabas. Te puse en la sala de espera de mi atención. Ahora te veo en el espejo y repruebo mi comportamiento previo. Ya no tenemos veinte años. ¿Te acuerdas cuando nos dimos cuenta que podías crecer para los lados? ¿Te acuerdas que no fue sino hasta los veinte años que te vimos cambiar, desarrollar curvas, abundar en la carne? Fue por la misma época que te aficionaste por el tabaco y el vino francés. Catorce kilos se decían en un abrir y cerrar de boca, en un enguillir de baguette completa. Después, cuando volvimos del viejo mundo, todo volvió a la normalidad. El año pasado eras perfecto, con la piel oscura y sólo las curvas necesarias. Con los muslos firmes y orgullosos. Hacías cosas complicadas en la clase de yoga y comías de todo sin mayores consecuencias. Pues fíjate que ya no. Me parece, corazón, que estamos (ohmygod) dando el viejazo. Eso, o te he tenido muy abandonado. Es que ahora estoy contenta, y se me nota en la lonja. ¿Te acuerdas todos los centímetros que le sobraban a la ropa? Era pura infelicidad. Las noches sin dormir, los cigarros, las horas obsesivamente transcurridas en la clase de yoga porque ahí no se piensa. Ahí el cerebro queda en blanco. Así que después de estar improvisando asanas que seguro no son así te llevé a la clase ayer. Desde hace dos semanas que no hay tostitos ni papitas en la alacena. Ahora tenemos uvas y zanahoria y té helado. Te gustan las uvas, ya me fijé. ¿Te gustó la clase de ayer? Me pareció que sí. Todavía te me confundes, pero ahí la culpa la tengo yo, por no traducirte correctamente las instrucciones, por moverte torpemente. Vamos a tener mucho trabajo, pero te prometo que vas a quedar precioso. Entonces, cuando eso suceda, las endorfinas no van a venir del pan y el queso y el chocolate ni del ejercicio mi querido cuerpo. Al menos, no de ese tipo de ejercicio. Te quiero muchísimo y te lo voy a demostrar, vas a ver.

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1 Comments:

Blogger Jody Dito ha dicho...

La Maz, hola, te escribo para que le digas a tu cuerpo, si ese que es tan rebelde, que va por buen camino, (parece que también él ha leido el post),y que siga con su trabajo porque parece que ya empieza a dar sus frutos. (Lo digo por ese post de ahi arriba,-lol-.).

6:41 a.m.  

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