10.24.2010

puente

Esta semana me quedó muy claro que tal vez es momento de empezar las despedidas. De cerrar una era y ensayar otra nueva. Por un tiempo, al menos. Como para probarme que se puede. Miro alrededor, y siento una nostalgia muy honda. Nostalgia de las personas a las que amo y de los objetos que me rodean. El confort de lo conocido, lo familiar, lo hasta cierto punto fácil. Los días cansados que se arreglan con transponer la reja y ver los lentes del hermanuel y tomarnos una cerveza distraída y apoyar la oreja en la almohada de siempre.

Dejar el barco en el momento que el barco se está hundiendo. Eso, creo yo, es lo que  más me está afectando en este momento.