10.06.2005

ah raza

No he terminado de revisar. Hoy hablaremos sobre el muralismo. Un alumno ofendido me escribió sobre haber leído La Raza Cósmica. Sí, sí, el hombre dijo que los feos no habrían de casarse, qué quieren. Me dan ganas de contestarle y decirle, corazoncito gringo, tú sí vas a casarte, no te preocupes, eres joven y guapo. Además, Vasconcelos se equivocó y la fealdad y la ignorancia y la pobreza siguen reproduciéndose todos los días, no te apures. En lugar de eso le contesto toda propiedad. No nos importa el valor argumentativo, ni la veracidad ni les estoy pidiendo que le crean o le hagan caso ni nada de nada. Nos importa porque fue en su tiempo importante. Nos importa porque de alguna forma explica la formación de la identidad Latinoamericana, la construcción de la cultura en las tierras esas del sur que ustedes no conocen. Me importa porque así entiendo que mi abuela cuando mira los novios de sus nietas dice "Pero si se trata de mejorar la raza, hijita!". Y si en realidad de eso se trata, de responder al buen gusto y a la selección estética, qué maravilla. Así postergan los deberes, las nietas de las muchachas vasconcelistas de los años treinta, globalizadas y cosmopolitas, asomándose a los genes de médicos guatemaltecos francófonos y rubios hombres de negocios con ascendencias libanesas en linares y soldados maratonistas nórdicos. Así, por el puro placer del buen gusto y la armonía de todas las razas.