7.27.2005

terrorismo

En su primera noche lo subí al South Ferry para que viera la libertad de los gringos. De lejitos y llena de luces. Me senté en una banca mientras él se acomodaba en la barandilla. A mi izquierda un maletín solitario. If you see something, say something, y me reí de la propaganda del subway. Por favor. Después el río oscurísimo, la ciudad tan lejos. De todas formas seguro el agua no está tan fría, me consuelo. Puedo ponerme mi credencial de la escuela entre el tank top y la ropa interior, por si. Qué tonta soy. A mi derecha una señora con un niño. Enfrente una pareja besándose. Más allá unos turistas alemanes trasnochados. El supuesto dueño del maletín ni sus luces. Mi hermano vino y se sentó entre la supuesta bomba y yo. Aguas, le dije. Entonces se dio cuenta. Me lo vio en los ojos. Ya estás igual que ellos, sentenció.