7.23.2005

pere pinard y sopa

La otra noche fui a cenar a un lugar delicioso en el logüerist. Francés de a deveras. Me adivirtieron, "lo único malo es que tiene también meseros franceses". Ah bueno, pero es que sin los meseros franceses no sería un lugar francés de verdad. Hace mucho que no veía una Tarte Tatin. La plática rica, como la comida, interesante la compañía. Qué hacía yo con dos físicos y un matemático es un verdadero misterio, pero c'mon this is NY after all. Tal vez lo verdaderamente extraño haya sido lo difícil que resultó calcular la cuenta. Hasta yo ayudé. La cuenta veníá sobre una postal. La miré y pensé que sería perfecta. "C'était pas Le bouchon, mais...À la tienne, mon ptit déjeuner." Por supuesto que me abstuve. La puse en mi bolsa antes de irme y después la refundí en el cajón de las cosas que no voy a darte jamás. Mi refri ya es teenager friendly. Mi hermano menor cumple su amenaza y llega el lunes. Me aseguré de que hubiera esas cosas que los hermanos menores comen, waffles y leche y cereal y palomitas y coca-cola y poptarts y papitas y queso amarillo y...mh. Es lo mismo que come el flasmeis. Now that is food for thought. Me hice una sopa deliciosa. Al vapor cocí dos calabazas, dos papas, dos zanahoras, un jalapeño y un pedazo de cebolla. Por alguna razón hervidas las verduras la sopa sale diferente. Sal y tantito aceite de oliva. En un sartén (una sartén) puse un cuadro de mantequilla, un cubo de knorr y perejil fresco picadito fino. Cuando todo estaba caliente y antes de que se empezara a poner quemadito, lo puse sobre las verduras y el agua que había quedado al fondo. Tomé a mi nuevo amigo, mi arma favorita y bbbzzzz, bbbrrrruuuum y listo. Mi sopa favorita. Luego sal y pimienta recién quebrada. Qué delicia. Luego hago como me enseñaron Vivianne y Gérard. Tomo una cucharada de crema agria fría y se la pongo encima. El placer de la sopa es casi tan grande como el placer de darle vueltas a la crema e inventar figuras.