7.17.2005

Esto puede malinterpretarse

Esto puede malinterpretarse de muchas maneras. No importa. Hace un rato, con las luces apagadas pensé en tí. Había cerrado el libro y elegido mentalmente la ropa para mañana y repasado mis pendientes. Entonces, mientras invocaba el sueño se me ocurrió esto. Me imaginé el día que regresas. Me pensé tirada en el sillón, tal vez leyendo, tal vez viendo la tele, es de noche. Abres la puerta (porque tienes llave de la puerta) y anuncias algo. Que regresaste. Entonces me sonreí en voz alta. Creo que significa que te extraño. Escribí para mis adentros: Pensé en el día que regresas y fui feliz. Lo repetí. Me dí cuenta. Esto puede interpretarse de muchas maneras. Me gustó la posibilidad. Ah, las ambiguedades, los sindecires, esas palabras tramposas. Jugué un poquito. Pensé en el día que regreses y fui feliz. No vas a darte cuenta. Seguí jugando con la promesa proyectada en el techo gracias al rayito de luz que entra por la ventana. Esta ventana que de alguna manera te pertenece. Le dí vueltas a tu regreso. Esta vez me levanté de un salto del sillón, con la misma alegría de hace un rato. No pensé en lo que dirías ni en ninguna otra cosa, pero nos abrazamos.Después me dí cuenta. Cuando pienso en tu regreso (¿ves que esto puede malinterpretarse una y otra vez?) soy muy feliz. Quise decírtelo inmediatamente, llamarte, enviarte una onda telepática, un textito, lo que fuera. En lugar de eso, prendí la luz, saqué una pantalla en limpio y dije en blanco y negro: "Esto puede malinterpretarse de muchas maneras".