2.18.2005

commando package

Me lo mandó mi madre. Me fui con el pelo mojado porque tenía sólo hasta las doce pare recogerlo. La estación de Rockefeller Center no me gusta. Son muchas entradas, muchos pasillos, mucha mucha gente. Gente diferente a la gente que anda por mis rumbos. Es la primera vez que estoy vestida toda de negro como el resto de la gente. Leo a la Duras en el metro y me doy cuenta de varias cosas. Ah. Llego al edificio indicado, piso indicado. Tomo el paquete, doy las gracias y me despido. Debería de aprovechar e ir a patinar. Qué pereza. Dos, tres, cuatro vueltas y por fin estoy otra vez en el naranja. No me fijé si era el F o el V. No importa. No puedo más. Aaahhh. Mi peptobismol del alma, como dice Cui. Elijo una de las páginas que están dobladas en las esquinas. Subrayado en negro "...eras de tal manera el molde de lo que hubieras podido ser bajo otras estrellas, que tomarte en los brazos y hacerte el amor se volvían una tarea demasiado tierna..." Entonces sonrío como boba. Como la gente que habla sola y esas cosas. Otra vez en la superficie. Llego a casa y lo saco todo. La bata de baño amarilla. La taza de café, otro cuadernito (cómo me regalaron cuadernitos), los animalitos sudafricanos, mis trastecitos tulusanos azules y la mitad del alhajero huichol que me compré en Guadalajara. La tapa se le quebró a mi madre cuando lo estaba empacando. No importa ma, no pasa nada.