12.14.2004

Traidor

Querido cuerpo. Ya vámonos dejando de rodeos y de intermediarios y de idioteces. ¿Qué te pasa? ¿Por qué me reclamas tú a mí? ¿Por qué me dices que te dejé a medias? ¿Que te prometí y que no te cumplí? Tú fuiste el que empezaste. Tú empezaste con las fugas. Yo te ví la cadera dispuesta y los labios listos y te dejé. Parecías contento de ser descubierto una vez más. Volviste a estar emocionado, a temblar por el beso que empieza y termina en beso. Como antes, ¿te acuerdas? Cuando no todo tenía que pasar a mayores. De pronto te detuviste. Una lágrima.

No pudiste tú tampoco cuerpo amado.