12.10.2004

Intocable

Baste decir que me puse sombrero y botas, blusa de botones con florecitas celestes, pantalón de mezclilla apretao, me tomé las cervezas que debía, y bailé todo lo que lo permitió el reducido espacio de la Arena Monterrey. Yo pensaba que íbanos a un baile, tú. Habían de ampliar el espacio que hay entre una hilera de butacas y otra. Porque aunque el muchacho apriete fuerte la cintura, y la cerveza se mantenga en su lugar, así no se puede. Se golpea una los chamorros contra los asientos y anda luego toda moretoniada. Ah raza.