9.03.2004

Servicio temporalmente suspendido.

Hablo una noche con mi madre y la pongo al tanto de mis últimas andanzas. De las intrepideces (me gusta más que estupideces, y conserva más o menos el mismo efecto auditivo) que hago todos los días. No le cuento de todas, nadamás las que sé que puede manejar. Claro que de un tiempo para acá, le he ido elevando la calidad de información que le paso y ha respondido bastante bien. En fin. el caso es que después de que termino de contarle una de mis últimas, digamos distracciones, se queda callada. Suspira y me dice: "Ay nadamás no empieces con tus cosas, María Maztrich, porque andas sin paracaídas ehh. Esta semana decidí que estoy muy cansada de andar pide y pide por ustedes y preocupada, así que mucho cuidadito. Si hablas con tu hermano le dices lo mismo, para que se busquen un seguro alternativo o una red protectora o se anden con mucho cuidado. Sobre aviso no hay engaño. Ando en un viaje de egoísmo y pues ni modo, se friegan". Primera vez en veinticinco años. Chale. ¿Yora? Estas madres no pueden hacer eso. ¿Qué no ve que yo ya tengo un estilo de vida? Así me acostumbró. A andar por el mundo segura y confiada y sin preocupaciones de ningún tipo, al cabo ahí estaban ella y su intercesión perpetua. Madrazo tras madrazo, es cierto, pero todo muy sin mayores consecuencias. Sí las muelas y sí los corazones y sí esas cosas pero nomás. ¿Y cuánto te va a durar la vacación? aahhh, no pues no sé, "ahí te aviso".

Y uno con esta lluvia y este prometedor fin de semana...



2 Comments:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Jajaj, que onda con las madres, pero bueno, solo de pensar que pue'que algun dia sea madre la excuso desde ahorita.. :P

Very Nice Blog...like it a la!

1:21 p.m.  
Blogger La Maz ha dicho...

Gracias y bienvenida!

10:58 a.m.  

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