9.06.2004

Lunargh

Imposible escribir sobre el fin de semana, las lecturas terminadas, las pendientes, la tarde entera revisando exámenes. Imposible rescatar esas palabras que me acompañaban esta mañana antes de despertarme. Imposible después de atravesármele estúpidamente al camión ese. Con qué dedos vengo a escribir sobre mi pecaminoso romance con la mermelada de chabacano si todavía estoy temblando. Con qué cuerpo, con qué cabeza. Hasta sentí cómo cada una de ls vértebras abandonaba desordenadamente el fino equilibrio que me permite estar en pie. Hasta una lágrima del susto.

Hasta, hasta, hasta después. Enough.

1 Comments:

Blogger Roberto ha dicho...

Pancito para el susto..eso decia mi abuela.

Un abrazo!!!

11:49 a.m.  

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