7.13.2004

Hay días

Hay mañanas.

Hay mañanas, en las que no importa que las piernas se sientan suavecitas. No importa que las copas hayan sido muchas y abundantes.
No importa que la casa esté en silencio.
No importa que el cuerpo se vea bien.
No importa que no haya calor y tenga ropa nueva.
Hay domingos en los que no soporto estar sola conmigo misma.