1.19.2004

Parece que ya va a ser oficial. Al menos, cuasi-oficial. No sé exactamente qué se necesita para que sea oficial. Soy una zonza declarada (pero conste, no por mí, faltaba más). Lo avalan las opiniones médicas, los diferentes medios de comunicación, los círculos académicos locales, mi madre desde hace años, y creo que ahora empiezo a entender muchas miradas que siempre supuse eran de asombro ante alguna otra característica menos vergonzante. Y nada. Resulta que en realidad todo es por mi zonzez (sonzes? zonsez?). Es clínica, mediática, científica. Oh epifanía. Ahora pues, tal vez lo que sigue es averiguar la causa. ¿Para remediarlo? Mh. No sé. Todavía no estoy segura. Parece que me gusta, aunque apenas la estoy estrenando (bueno, de manera ya consciente, asumida, pues). Necesito caminar en ella unos días, probarla, ver cómo se me ve, si me va o no. En fin. Que me siento como niña con juguete nuevo. Qué rico. Tengo algo que suena chido (me gustan las zetas, como en mi nombre), que es mío.
Creo que sólo faltaba asumirlo para que fuera oficial.

PS: Alguien me aclaró que a lo mejor es porque me he vuelto (muy) cursi.