4.23.2008

tablao

Identificamos tres tipos de concurrencia. Es decir, la fauna que asiste los martes a la canyita puede dividirse en tres:

a) Las solteronas que alguna vez vieron a uno o varios "buenos prospectos" ahí y decidieron volver. O que les dijeron que habría cacería. Es decir, mujeres de una cierta edad que se visten de shorts y lentejuelas un martes por la noche y van y se sientan en las mesas altas y miran a un lado y a otro y se marchan justo cuando el flamenco va por la mitad. Solas.

b) Las parejitas en estados de romance incipiente. Los dates en modo conquista. Chavos jóvenes que se arreglan para impresionarse mutuamente. Uno de los dos lleva al otro en onda "te voy a llevar a un lugarcillo acá, bien íntimo, bien 'bohemio', ¿conoces de vinos? tienen buenos quesos". No saben que llegan cuatro años tarde.

c) Las entre 40 y 50 bien conservadas. De escotes bronceados, pulseras doradas y lolas operadas. Divorciadas, obvio. En grupos de dos o tres acompañadas de hombres canosos y jóvenes atrevidos. Que fuman puro y palmean como si supieran. Terminan en el tablao, haciéndole la vida más fácil al bailarín que ahora sólo tiene que pretender que baila con estas mujeres que no entienden que las caderas no se mueven tanto. Que no es reggaetón.

Y nosotros, Shamán y yo, que miramos todo y nos reímos.

Etiquetas: ,