1.22.2008

farmacista


Estoy haciendo fila en la farmacia. Dos mujeres en pants preguntan en voz alta mientras examinan los estantes ¿y para el vómito qué será bueno? El muchacho frente a mí cuenta trabajosamente las monedas. ¿Oye, y esto quées, esto jalará? Es mi turno pero la cajera/farmacista me hace una seña y se asoma a la trastienda. Les dice por encima del mostrador: Vontrol también es para eso. ¿Para una niña de seis años, dice una de las mujeres? Abro los ojos. Yo no soy farmacista, pero. La cajera nota mi reacción de reojo y aventura un "puesss sííí" muy débil. No es mi trabajo. Yo no soy doctora, ni mamá ni química. No soy quién. Pero de algo tiene que servir toda mi preparación. La afición a ER, el romance aquel, el flirteo con los anti-inflamatorios no esteroideos, mi hipocondria amateur, la convivencia doméstica con los abuelos. Todo eso me califica, ¿no?

Así que como no queriendo susurro Bonadoxina y me marcho.

Etiquetas: