7.10.2006

regreso

Hace poco más de un mes que estoy en tránsito. Hace poco más de un mes murió mi abuela, también el papá de A. Hace poco más de un mes que no sé qué escribir. Todo pasa alrededor de mí, las muertes, los viajes, las mudanzas, las elecciones, el mundial, la visita a Monterrey, los tours. No es que no me dé cuenta, no es que no quiera que nada de esto se me olvide. Es más bien que no tengo tiempo. No tengo tiempo de hacerme un paso atrás y mirar. No tengo ganas de escribir adiós. No me apetece decir ya no vivo más en esa que fue la primera casa que conocí como mía. No me alegra nada saber que las maletas de estas semanas no tienen como destino final Nueva York. No me alegra nada despedirnos esta tarde cuando él emprenda su viaje al sur, a surfear y a explorar Centroamérica y saber que no estaré esperándolo al final para reanudar la vida de siempre. De siempre es mentira, cierto, pero así se siente. Lo de antes sabe extraño. Ayer, bajo el rayo del sol regiomontano, pensar que tengo que volver a habituarme a este calor de mediodía, a caminar poco o a las horas de sombra. Saber que la casa de mi abuela ya no la contiene, ni a ella ni a sus guisos ni a sus gritos ni a sus confidencias ni nada de nada. Tomar un auto ajeno y desconocer las calles, los puentes, los edificios que no estaban ahí cuando me fui. Uno no vuelve nunca a la ciudad de la que se marchó. Encontrar a los amigos diferentes, casados o divorciados o ahora con hijos o no encontrarlos. Suspirar por esa ciudad que abandoné hace apenas un mes y que ya es radicalmente diferente. Que sólo existirá ahora en mi nostalgia.

1 Comments:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Que puedo decirte amiga... la vida sigue.. a pesar de nuestra voluntad. No nos queda mas que hacer de cada dia lo mejor que podamos. Hay que encontrar esa sonrisa que llevamos dentro y seguir adelante con la cabeza hacia arriba. This time too shall pass.

Te quiero mucho y te extrano,

A.

12:55 a.m.  

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