6.14.2006

+1

Llegamos al bar del hotel donde se celebraba el evento musical latino. Él, con esa gorra que le saca brillo y verdor a los ojos. Yo, con el vestidito de jersey azul marino y los matching vintage shoes. Su nombre estaba en la lista, no el mío. Después de todo, era una cosa de prensa, de rock stars, de canapés. Una vez adentro, repitió su nombre. ¿Y ella? Todavía tomándome de la mano empezó a decir el mío. El mío no importaba, oh, ok, plus one, dijo la tipa que entregaba los gaffetes y tachó algo en yet another lista. Nombre y apellido de él, y voilá su gafete and Plus One, repitió y me extendió el mío que igual podía ser una víbora. Lo tomé con un dedo como si estuviera sucio y descendimos a la oscuridad del evento. Más tarde, asomándome a sus ojos tiernos pensé que no importa, que en realidad, Plus One me parece bien. Sumármele. Ser una junto con él.

Etiquetas: