5.13.2005

perdonar

Ya lo sé que no es hora de postear (¿cuándo es hora de postear?), pero me salí de bañar hace rato con algo más que agua escurriendo del cuerpo. Una duda me recorría. Leí en la mañana que el rencor nos impide crecer. Después, mientras la espuma y la esponja y la regadera me acordé de un libro de la Restrepo. Yo no lo he leído, pero ella leyó un fragment el otro día en la Universidad. En algún pasaje, una prostituta vieja le dice a una joven que se niega a hablar algo así como: Escupa mi'ja su pasado, porque si no se le pudre dentro. Entonces, tal vez esto que tengo atorado y no me deja hacer nada más es un perdón pendiente. Ya lo sé que muchas veces he dicho que perdono, que eso está perdonado y olvidado, pero tal vez, tal vez, y esta es la duda que tengo, el perdón es una función relacional, o como se diga. Es decir, no se puede perdonar al que no quiere que lo perdonen. ¿Será? Necesito regalarle mi rencor, porque no se puede depositar en otra parte. Decirle, toma, mira, esta carga ya no me pertenece, la estaba cargando por tí, pero ahora que te he perdonado es tuya, y es ligera, porque es un regalo de amor. El que perdona ama más que el que no perdona. Tal vez él no quiere que lo perdone porque sería cargar con un amor que siente que no merece. Es cierto, es posible que no lo merezca, pero hoy, justo hoy, he dejado de querer seguir con estos orgullos y estas olvidaciones ficticias. Quiero perdonarlo de verdad. Quiero decirle, voy a dejar que te vayas porque te he perdonado por fin. ¿A dónde me dirijo? ¿Dónde entrego este perdón que me está pesando? ¿Dónde lo pongo tú?

2 Comments:

Blogger lex ha dicho...

"Los sabios siempre perdonan, pero nunca olvidan"

2:49 p.m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

qué pasó con perdón y olvido que fue un descuido

4:15 p.m.  

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