4.19.2005

mosquitero

Es la una de la tarde. Hace horas que estoy despierta. Me levanté temprano y además me bañé y arreglé temprano. No me caí de la cama, como algunos flatmates malintencionados dicen. Hoy pude yo más que el cuerpo. Lo levanté, lo llevé al baño y le enseñé las cosas nuevas que le compré. Vamos a hacer ensalada. Freesia y cucumber y melon y exfoliating scrub. Es que ya está haciendo calor. Desayuné poquito, como yo normalmente hacía en mi otra vida. Un poptart y medio plátano. Bajé a rescatar a la víctima de la fiesta del sábado que desdentonces yacía inerte en esa cosa que me parece que es como el foso de los dragones. Una especie de patio alrededor del edificio al que no podemos acceder más que intrépidamente porque no hay puerta, sólo una escalera destartalada . En 14 minutos vencen los libros que saqué de reserva. Sólo alcancé a leer uno de ellos. Nadamás a mí se me ocurre que podría con los dos en dos horas. Estaba en el mosquitero. Le pedí al flasmeis que supervisara la obra, no me fuera a pasar algo. Como caerme, o algo peor. Me puse mi blusa verde que me gusta y mis zapatos nuevos que son negros porque la caja decía BLK y no me importa que digan que son azules. Al infinito y más allá. Tengo que saltar una barda bajita que me llega a la mitad de los muslos y aterrizar en otra barda que me da desconfianza porque es angostita y esta sí es alta. Después ya tomo la escalera y bajo con todo el glamour que se puede a las nueve y media de la mañana mientras mi único espectador/supervisor de los trabajos de rescate mira todo el numerito. Me siento segura de saber que él está tres pisos más arriba, formidable y silenciosamente armado con un pan con queso y un jugo de naranja en caso de que me coman los dragones o algo peor. Tomo la tela, subo con cuidado. Me siento súper action heroine cuando aviento la tela del otro lado de la bardita para poder subir. Mh. Cruzar la bardita no es igual de aquí para allá que de allá para acá. Oh well. A qué huele. Huele feo,feofeofeofeofeo. Aysh. Argh. Ya sé para qué sirve la bardita esta en las noches cuando está oscuro. Aaargghhh. Subo triunfante y me lavo las manos. Después me termino de arreglar y me voy a la calle. Me obligo a ignorar el dolor de cabeza. Nos acomodo a cuerpo y a mí en una banca. Una horita leyendo bajo el sol antes de venir a la biblioteca a sacar los libros que ahora tienen 3 minutos vencidos.