4.02.2005

lluvia en ny

Hoy visité un sueño que no se cumplió. Esa parte de la ciudad a la que no me habíá atrevido a ir. Hora y media para llegar, inundada, a una conferencia en un salón centenario de paredes de madera y tapices dorados. Las charlas no bastaron para que se evapora el agua de mis ropas. Con cuidado, recolectando historias en el trayecto. La escritora bajo la lluvia y el guitarrista en la estación y la mujer del paraguas y los muchachos universitarios. Vengo entrando, el corazón y la cabellera revueltos. Afuera está lloviendo. Me despojé del paraguas maltrecho como quien quema las naves y corrí las últimas cuadras hasta mi casa. Me miré al espejo luego de recuperar el aliento y me dí cuenta de que traía una ciudad, con todo y su metro y su gente con sus historias y la lluvia en la cabeza. Sobre la cabeza, en pequeñas gotitas. En los pantalones, empapada hasta las rodillas. También una sonrisa.