2.02.2005

tengo

Tengo sueño. Me duele la garganta. Mis pantalones de mezclilla favoritos se ensuciaron todos de abajo. Ahora son café mugre de la bastilla. Guácala. Después de recoger las primeras dos tandas de ropa de donde el chino, todavía me queda la duda de si la ropa está bien limpia. Se ve limpia, pero no huele. Tampoco huele mal. A lo mejor los anuncios esos de la niña que extraña el suavizante de su mamá son verdad o algo. Hoy hice stir fry de pollo y pedimos egg rolls y dumplings y arroz. Que no se me olvide que no podemos volver a pedir de ahí en un buen tiempo. Me hice bolas con la propina y le dí de menos al delivery boy, y a pesar de que me reclamó la propina yo muy mona le dije que se quedara con el cambio. Ja. Escondimos el menú para darles chance de que se les olvide y no nos escupan en el lo mein o algo a la próxima. Ya me tomé dos tés y la garganta sigue igual. El dolac no me sirve para eso, así que ni me lo voy a gastar. Quiero escribir algo de verdad. No la tesis, esa la tengo que escribir. No un paper, ese es para pasar. No un post, eso es para mí. No un mail, eso es para unos cuantos destinatarios. Quiero escribir algo que después sea Algo. A lo mejor es un deseo de trascendencia. Ayer me habló M. Va a ser niña y nace en el verano. Lloramos un poquitito en el teléfono, pero las dos fingimos que no lloramos. Luego me mandó la foto en donde se ven claritos los huesos de la columna vertebral. El fin pasado me escribió T. Su bebé cumple un año esta semana. Me cuenta cómo la maternidad la ha cambiado, como la ha hecho superarse, cómo ahora todo está en segundo plano, cómo quiere lo mejor para su hija. La última vez que la ví estaba panzona. Ahora tiene una adorable muñeca con dos dientotes separados y unos ojos de vaca. Anoche B me contó de cómo su hija es Blanca Nieves todo el día desde hace unas semanas. Yo no tengo hijas, ni siquiera una sola. Tengo libros, tengo tazas verdes para el café. Tengo un departamento rentado en SOHO y una iBook nuevecita. Tengo un par de botas y un par de Pumas. Tengo collares de turquesa y pulseras de coral y una beca. Tengo acceso a una biblioteca de diez pisos y tres cartas apasionadas de hombres que dijeron que me amaban. Tengo unos vecinos que no conozco y unos padres que están lejos. No tengo hermanas ni tengo gato. Tengo un par de hermanos y unas chanclas de vidriantes rojas. Tengo varios esposos de cine que se quedaron en México. No tengo plantas. Tengo un cuerpo caprichoso y unos guantes sin dedos. Tengo mucha tarea y una lámpara de vidrio soplado de Ikea. Tengo que abrir una cuenta de banco en esta ciudad. Tengo una fiesta el viernes y nadie conocido en ella. Tengo una deuda y doscientos y cacho de exalumnos. Tengo veinticinco años y un dolor de espalda como de cuarenta. Tengo tres blogs y una familia numerosa. Tengo un hígado maltratado. Tengo un corazón que se rompe y no se pega como los demás. Tengo una toalla azul y una bata amarilla. Tengo sueño, pero no siempre sueños. Tengo que dejar de fumar. Tengo veinticuatro CDs en mi mochila. Tengo tres maletas y calzones suficientes para no lavar en 22 días. Tengo una chequera con dibujos ridículos que no puedo cambiar. Tengo un par de lentes que me gustan mucho y una bolsa roja de pespuntes blancos. Tengo dos abuelas y un abuelo. Tengo un lunar nuevo en el brazo derecho y una cortada de papel en el cuello. No tengo ningún cuento terminado. Tengo amigos y amigas en muchos lugares. Tengo un álbum mental de fotografías de los lugares que he visitado. Tengo ganas de un masaje. Tengo un tapete de yoga que no puedo usar porque se quedó en casa de mis padres. Tengo dos billetes de lotería que no ganaron. Tengo un vuelo de regreso a México y unos aretes verdes de lata. Tengo un pasado más largo de lo que yo pensaba. Tengo los pies cansados. Tengo comezón en el ombligo. Tengo muchas cosas que hacer. Tengo que volver y devolver. Tengo palabras e historias que contar. Tengo que apagar la luz y ponerme a dormir.

1 Comments:

Blogger Roberto ha dicho...

Gracias por tener la dicha de compartir tus palabras, reflejo de vidas en paralelos humanos.
Un abrazo!!

11:24 p.m.  

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