3.08.2011

almost famous

Llega el día en que, sin haber todavía hecho nada  para merecerlo, alguien te reconoce en la calle. Alguien en un país que no es el tuyo te mira en una esquina, cruza la calle, detiene sus pasos en medio del tráfico, da media vuelta y te interpela. Sabe quién eres y quiere pedirte algo, proponerte algo, o algo. Se atropella a sí mismo. Termina por arrancarte tu tarjeta y un número de teléfono que esperas, esté mal apuntado.


Andy Warhol se quedó corto. Estos días, everybody has their own stalker.