9.09.2009

morning emergency

Llega un punto matutino en el semestre en que quince minutos más de sueño y de cama se vuelven indispensables. Así que mi dedo alcanza sin mirar el absurdo botón de "posponer" en el iPhone. Quince más, juro entre las sábanas. Excepto que cuando acuerdo ya no son quince. Y a las siete de la tarde tengo una reunión. Y me propuse no ir nunca con el pelo mojado a la escuela. Peros ya no hay tiempo.

La solución es simple: El pantalón formal se convierte en un vestido más elegante. Y los aretes de bolita se transforman en colgantes. Y aplico rímel. Y espero que nadie nadie nadie se dé cuenta.

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