6.01.2008

odio

Odio el calor, el cochambre, el polvo. Odio el ruido ambiental mientras intento escribir: rancheras y noticieros. Hoy he contestado el teléfono once veces; una sóla era para mí. Odio mis zapatos amontonados, las hormigas trajinando por las paredes, las revistas arrugadas y a medio leer. Odio el inbox vacío, los pretextos, los imprevistos. Odio la puta soledad rodeada del barullo del asado de domingo. Odio el negro percudido de mis pantalones y los pájaros que cagan mi auto recién lavado. Odio el olor de la esponja que se queda en el vidrio de los vasos y las conversaciones asincrónicas en el messenger. Odio las contestadoras de mis amigos que no están. Odio tener que hacer tareas estúpidas y leer artículos inútiles para cumplir el requisito y poder presentar la evidencia. Odio que se me apilen los podcasts y haber dejado de mandar la columna. Odio que no podamos despedirnos. Odio tener que seguir aquí.

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2 Comments:

Blogger Luis Angel Martínez ha dicho...

no me gusta sonar tan optimista pero así como hay muchas cosas odiosas hay muchas otras encantadoras. es una idea trillada pero necesaria.

como dice la canción; "oye, abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida".

11:10 a.m.  
Blogger La Maz ha dicho...

necesaria es la palabra clave,


paparapapapapáaa (8)

7:38 p.m.  

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