odio
Odio el calor, el cochambre, el polvo. Odio el ruido ambiental mientras intento escribir: rancheras y noticieros. Hoy he contestado el teléfono once veces; una sóla era para mí. Odio mis zapatos amontonados, las hormigas trajinando por las paredes, las revistas arrugadas y a medio leer. Odio el inbox vacío, los pretextos, los imprevistos. Odio la puta soledad rodeada del barullo del asado de domingo. Odio el negro percudido de mis pantalones y los pájaros que cagan mi auto recién lavado. Odio el olor de la esponja que se queda en el vidrio de los vasos y las conversaciones asincrónicas en el messenger. Odio las contestadoras de mis amigos que no están. Odio tener que hacer tareas estúpidas y leer artículos inútiles para cumplir el requisito y poder presentar la evidencia. Odio que se me apilen los podcasts y haber dejado de mandar la columna. Odio que no podamos despedirnos. Odio tener que seguir aquí.
Etiquetas: debrayes
2 Comments:
no me gusta sonar tan optimista pero así como hay muchas cosas odiosas hay muchas otras encantadoras. es una idea trillada pero necesaria.
como dice la canción; "oye, abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida".
necesaria es la palabra clave,
paparapapapapáaa (8)
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