martes

Una tarde vacía de repente se transforma. Maravillosos amigos. E me lleva al cine, vemos The Suspect. Comemos palomitas. Gaspeamos, giggleamos, nos despedimos. Después R&B me llevan a un concierto. En la iglesia. No visto apropiadamente pero igual. La iglesia donde viven los restos de mi abuela. Una música exquisita. Qué rico nuestro país. La historia de la aparición hecha poema. Hecha voz y melodía y tradición. Cierro los ojos y sólo escucho. Qué difícil, últimamente apagar los ojos. Cerrarlos sin miedo. Abandonarse a la sinfónica y el tenor y la soprano. Suspirar. De pronto, un verbo diferente. Diferente porque no se me ocurre siempre. Pedir. Calma. Paz. Claridad. Pedir. Bendiciones. Protección. Prosperidad. Desear muy fuerte es otra forma de pedir. Por favor. Cuando se termina me robo una flor del altar para entregarla a mi abuela. ¿Qué dirías abuela? Seguro me abrazarías. Entonces B, mi hermana B hace las veces y me abraza. No hablamos. Nadie dice nada. Deseamos con mucha fuerza.