12.10.2007

The Golden Notebook

Leer. Leer siempre funciona. Pero que sean ajenas las palabras. Que no vengan de las revistas esas, por favor, porque el sticker en la portada y a quién se las vamos a contar. Cuando el sueño y el coco wash y los abrazos no funcionan, leer siempre funciona. Por eso ayer, en el aeropuerto, cuando todas esas horas y esos pensamientos se extendían frente al domingo sin remedio agarré y compré un libro. El libro más gordo que encontré. Y ahora eso, agarrada de la pluma de Doris Lessing, con los ojos muy abiertos. Concetrada en sus palabras. En lo que dice. Y luego, las cosas que dice, como "For years my life seems to have consisted of activities I began to do provisionally, temporarily, with half a heart, and which I then stayed with". Y más adelante, más adelante uno lee y relee y no lo cree, uno no cree por qué uno levantó ese libro justamente y no otro de sudoku, o un chocolate mejor ¿qué no sería mejor comprar chocolates? No. Uno compra un libro que en la página 67, cuando ya es demasiado tarde para arrepentirse dice cosas que quiero transcribir pero no puedo. No puedo porque todavía tengo pudor. Porque eso, diría Shamáns si lo supiera, eso es pornografía del alma.