5.21.2004

Alberto

"¿Oye, y no tienes libros nuevos para mí?" La pregunta viene de Alberto. Tiene 10 años y le he compartido algunos libros que considero conveniente. Cuando empezó a leer, hace unos cinco años, yo tenía mucho tiempo libre y nos sentábamos a leer juntos. En parte porque me encataba verlo descubrir la lectura, en parte porque siempre ha sido muy inquieto y era una forma de que estuviera sin quebrar algo. Los dos crecimos desde entonces y cada vez nos vemos menos, pero siempre que tenemos un momentito a solas me habla de los libros que ha leído y me pregunta si recuerdo del primer libro ese que le traje un fin de semana. No tengo libros nuevos para él, y quién sabe porqué contesto:
-¿Conoces la librería Gandhi?
-No. ¿Qué es eso?
-Una librería que te va a gustar mucho. Un día te llevo.
-¿Cuándo?
-Mhh...un día de esta semana- voy de salida y tengo prisa.
-¿Esta semana?
-Sí, un día que salga temprano.
-¿Y cuál va a ser ese día?
- Estee...yo creo que el jueves. Te aviso y paso por tí, ¿no tienes entrenamientos de algo?
-No, ahorita no. ¿En dónde me recoges? Si quieres le puedo decir a mi mamá que me traiga para acá y ya no vas por mí a mi casa.
-Bueno yo te aviso el jueves.
-Sale.

Ayer fue jueves. Estaba terminando unos pendientes en la oficina y me escribe DORIS por msn: hola soi beto. :P ya me bañe.

Voy por él a la casa. Se ha quitado el uniforme, se bañó y se puso gel.
-¿Ya nos vamos?
-Sí. Súbete al coche. Oye, te robaron los espejos, ¿ya viste?.
-(Suspiro) Sí, luego se los compro.
- ¿Y dónde los vas a comprar?
-Pues parece que por la y griega hay un lugar.
-¿Atrás de las pistas de carreras? ¿por Plaza Sésamo?
Voy concentrada en el tráfico, en mi pequeño copiloto, en no pensar en las cosas en las que me gustaría estar pensando.
-Sí.
-Ah, pero ahí son robadas, venden cosas piratonas por ahí.
-¿En serio? (gulp). No sabía. Entonces mejor no las compro ahí.
-Sí, yo sí sé y las de ahí son piratonas, no son las originales. Mejor deberías comprarlas en Pep Boys en McAllen.

Mh. Confusión entre pirata, robado, original. Me gustaría explicarle la diferencia, pero de repente estamos en Hidalgo y los trabajos que están haciendo lo distraen. Sí es impresionante un poco lo que están haciendo. Llegamos. Nos pasamos más de dos horas sentados en el piso, hojeando libros, compartiendo títulos. Le encanta que la dependienta se ofrece para quitarle el celofán a los libros que están cerrados para que pueda verlos. ¿Me podré sentar en algún lugar a leer este libro mientras tú vas a ver los otros? Claro. Y así se pasa una una tarde deliciosa de librería con un pequeño lector.