3.03.2004

Pobrecito. Se veía asustado. Fuimos al cine (creo que él pensaba que no nadamás estábamos yendo al cine). Una mujer que estaba hablando por un celular frente a la taquilla cerrada de la izquierda se nos adelantó justo antes de que nos tocara el turno. Le indiqué que ella no era la siguiente en la línea. Su respuesta fue absurda "Que yo no haya estado exactamente en la cola no significa que no estuviera también en la fila". ¿O sea? El hombrecito detrás de los lentes me miró asustado. Se abstuvo de hacer cualquier comentario en un principio. Luego me dijo que qué peleonera. Pensé que era abogado. A lo mejor no. Elegimos sentarnos justamente enfrente de dos tipos que resultaron ser un par de maleducados. No se callaban. Voltée para decirles algo. Una mano temerosa tocó mi hombro. "No, mejor no les digas nada". AAARRGGHHHHH.