10.12.2009

posponer

Me desespero de mí. De mi clóset revuelto, del domingo con las horas gastadas. De ponerle y ponerle snooze al teléfono, a la vida, a los amigos. De la arruga incipiente y el cuerpo inquieto. De la cana, el alumno, la pila de tareas sin revisar. De las distancias y las ventanitas. Me desespero de los treinta, de la cana, de los puntos del Infonavit que no son suficientes. De las mismas lecturas de siempre. Hasta del zapato y la caminadora, que no me lleva a ninguna parte. Del estacionamiento y el humo del cigarro de otra cajetilla más.

Me harto.

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