6.03.2009

ambivalente

Vuelvo a imaginar las calles de Nueva York. A saborearlas en la memoria y en el deseo. Soñar una acera. ¿Cómo se cuenta eso? Caminar sobre un gris y mirar celeste y tener frío y estrellitas en los ojos.



Despertar con un ancla al cuello. Que yo coloqué ahí.

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