11.06.2007

multimedios

El tipo debería ser interrogador, no el decano de los noticieros locales. Suspiro en el tráfico mientras lo escucho en el enlance con el enviado a Tabasco. Al hombre no le gusta lo que le transmiten, las lanchitas se le hacen poca cosa "A ver, pero hemos visto unas lanchas ahora muy pequeñas, lo que yo quiero saber [Él, y ahora, la Opinión Pública] es dónde está la Marina, la Armada, esos vehículos anfibios, alguna de esas embarcaciones más grandes...¿qué está pasando? ¿no los han sacado o no los han filmado?". Y entonces, en la formulación misma de la pregunta no queda lugar para inocentes. O la marina y la armada no se han ocupado del Problema o el reportero y su equipo no han hecho su trabajo de retratar fielmente a la marina y la armada ocupándose del Problema.

Enfrente, el tráfico en su máximo apogeo, maldita sea porqué fregados no me quedé otro rato en la oficina. El dedo quiere cambiar de estación. No. El reportero, la armada y la marina me necesitan. Le mando ondas telepáticas al reportero. Fuerte, fuerte, fuerte. Desde Gonzalitos hasta Villahermosa. Concéntrate, concéntrate. OOMMM.

Y entonces se despeja el carril, se mueve la fila y el reportero le indica, de acuerdo con mis instrucciones telementálicas que obviamente, un vehículo de ese tamaño no puede circular en una calle indundada por más indundada que ésta esté.

Entonces sí cambio de estación. No teman. Están en buenas manos. Un día seremos libres del yugo de eso al micrófono.

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