2.22.2006

botas II

Lo malo de haber optado por las botas discretas, en lugar de por las amarillas o las anaranjadas que me anduvieron haciendo ojitos toda la temporada, es que ahora voy a tener una hija. En el año 2020 alguna pobre ochoañera va a ser enviada al colegio con unas botas escandalosas amarillas o anaranjadas cuando todas las demás las lleven plateadas o negras o algo así. La pobre va a caminar con la cabeza gacha, intentando pasar desapercibida mientras su madre observa contenta. La pequeña deberá sortear los charcos y la humillación pública al tiempo que entra al colegio una mañana lluviosa de septiembre con las botas que su mamá quiso tener.

1 Comments:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Lol....qué cosas se te ocurren, cumbiera intelectual!!

12:03 p.m.  

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