6.08.2004

Soñé con príncipes (al menos una vez, estoy segura).
Soñé con instructores de natación rubios y bronceados.
Soñé con el niño más hermoso del colegio.
Soñé con el muchacho de las pestañas largas y las cejas pobladas.
Soñé con el adolescente que decía que yo era bella.
Soñé con un hombre alto que me protegía.
Soñé con el novio que no podía vivir sin mí.
Soñé con el intelectual de izquierda que me retaba cuando me besaba.
Soñé con un par de ojos verdes que me enseñaron la Libertad.
Soñé una vida compartida junto al Pacífico.
Soñé una larga conversación llena de humo y música.
Soñé que podía dejar de ser ciudad.


Renuncio a todos mis sueños. Me rindo.

Hoy sólo quiero un hombre que sepa planchar.

Nada me haría más feliz.