6.02.2004

Estoy enojada con este día. Con las palabras torpes que he escrito más abajo, en el post anterior; no me había dado cuenta hasta que empecé a escuchar Vuelvo al sur. Hace mucho que el playlist no elegía a Gotan project. Digo, no importa, porque comoquiera oigo ese CD en la casa, pero es distinto en el trabajo. Vinieron a pedir una carta de recomendación. Fue muy extraño. Una muchachita pequeña, de ojos grandes. Se parecía un poco a una de las chicas superpoderosas. No es cierto, tal vez a las monitas de los grafiteros tulusanos. ¿Cómo se llamaban? Eran dos o tres. Miss algo, creo. Eran unas muñequitas redondas, de curvas pronunciadas y colores vivos. Muy sexys. Bueno, la que vino a mi cubículo no era tan así, pero me hizo pensar en esas figuras. "Necesito una carta de recomendación para un amigo". "Mira, ahorita yo estoy encargada de firmar toda la papelería que sale, pero no sé si te sirva una carta de recomendación así porque casi siempre piden firmas autógrafas del árbitro..¿para quién es?". "Es para un amigo, mira, te paso sus datos, se llama Adrián Rafael..." La interrumpo para completar los apellidos: Martínez Rangel. Me mira sorprendida. ¿Lo conoces? Me doy cuenta de lo que acabo de hacer y siento algo raro. No lo conozco. Jamás lo he visto en mi vida, pero alguna vez tuve un documento suyo en las manos y me llamó mucho la atención. ¿Cómo explicarlo?