6.29.2004

La primera crepa.

Es uno de los misterios que nunca comprenderé. Está ahí junto a los enigmas milenarios como ¿a dónde se va el compañero del calcetín disparejo? Lo había olvidado hasta esta tarde que empecé a hacer las crepas: La primera crepa nunca sale bien. Es cierto desde la primera vez que intenté hacer crepas, y me parece que Vivianne nunca lo mencionó, pero alguna vez ví a Julie tirar la primera crepa a la basura. Hoy sin embargo, me he dado cuenta de algo todavía más sorprendente. Esta es una ley que aplica por cada tanda que se prepara, sin importar si son sucesivas o no. Es como si el (¿la?) sartén se reseteara una vez que he terminado de vertir la última gota de mezcla que queda en la licuadora. Hace un rato preparé dos tazas de mezcla, hice las correspondientes 8 crepas (menos la que tiré al principio) y cuando los comensales se congregaron alrededor de la barra me dí cuenta de que ocho serían insuficientes. Así que sin perder el beat, y mientras todavía la última crepa se cocía, preparé otras dos tazas. Pensé que podía burlar la regla, que la novena (décima) saldría perfecta, igual de doradita y pecosa que las demás. Carajo. No fue así, y hubo que volver a empezar.

Aparentemente así es casi todo en la vida. En mi vida, a lo mejor. En mi vida últimamente, tal vez. Intentar una vez, fuck it up, y luego ya, las crepas se despegan flawlessly del sartén y todos somos felices. ¿O es alrevés? Me salen bien al principio y de pronto, inevitablemente, I screw it all...Mhh something to ponder on my first painkiller-free night.

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2 Comments:

Blogger el pinche Rock ha dicho...

No es el sarten el que falla, es el cambio de mezcla, jeje es a la conclusion que he llegado..

2:06 p.m.  
Blogger La Maz ha dicho...

¿Tú crees? Será que la mezcla recién batida no soporta el contacto con el sartén??? Mhhh

4:11 p.m.  

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