4.05.2004

El viernes finalmente fue viernes. Fin de semana, inicio de vacaciones, etcétera. Me hace falta descansar, pensar, irme un poco otra vez. ¿Qué quiero? Se me ocurren varias cosas, pero me dan miedo. Me da miedo pensarlas, decirlas, pedirlas. No sé bien todavía por qué me pasa. Hace calor. Hoy voy a dormir en mi cama. ¿Cuàl es mi cama? Hoy mientras subía los suéteres a la cajuela, pensé muchas cosas. Hace siete años me costó mucho irme. Me dolía cada semana. Cada vez que tenía que hacer la maleta, dejarlo todo otra vez. Entrar y salir. Después de la tercera vuelta entre mi auto y mi clóset esta tarde dijo mi madre "Sería más fácil si no tuvieras tantas cosas". Sería más fácil más bien si no tuviera dos vidas. ¿Dos nadamás? Oficialmente al menos. ¿A qué horas empecé a resistirme? ¿A huir? ¿A negarme a volver? ¿Qué tan malo puede ser? ¿Qué tan malo resignarse, aceptarlo, ceder?