4.01.2004

Ay Dios. Bueno, de todas formas Londres no es tan agradable. Supongo que ya no me podré soñar Antonia persiguiéndole los pasos a Virginia Woolf. Ni hablar. (Pero escribir sí). Me está dando miedo recibir otro par de nos. Tengo que empezar a diseñar el peor escenario posible:
- Bartender en Cancún.
- Poeta parisina pobre.
- New York temp.
- Ciclista centroamericana.
- Voluntaria de museo sudafricano.
- Señora reinosina en formación.