11.08.2003

Ayer me invitaron a la presentaciòn del disco de Control Machete. No pude ir. Estoy divorciada de los medios. Siempre especulando, indagando, què molestiaaaa! Mejor no. Tanto glamour, tanta fama, tanta popularidad. Es verdaderamente abrumador cuando uno nadamás quiere ir a comerse unos tacos del papalote, pagar una multa en tránsito. Los reporteros, preguntando si me encontraba en estado de ebriedad. Hell, no. Nadamás iba 5 kms arriba del límite máximo de las zonas escolares.

Luego, más tarde, el celuar sonó tres veces. La madrugada. Qué sentimiento horrible el celular sonando a esas horas en que uno está ya dormido. Qué extrañas peticiones puede hacer la gente borracha cuando a las 3 de la mañana ya se les terminó la fiesta. Qué triste saberlo todo. Qué triste ser deseada en la borrachera, nadamás.