1.26.2008

modelo para armar

Esta semana llegó. Lo encontré junto al teléfono, antes de alcanzar a quitarme los tacones. Una escena muy cinematográfica. La caligrafía conocida en el sobre. El Sobre. Ahí. Malintencionadamente frente a mí. El suspiro profundo. Tomar el paquete y andar de aquí para allá unos minutos, colgando la bufanda, postergando. Abrirlo. Un regalo de ella. Y qué regalo. No lo tenía. Mirar una nota que fue agregada después, a las carreras en la oficina de correos de la Condesa cuando pagó veinte pesos por el envío. A las carreras deshacerme de todo excepto el libro. Y entonces, sólo por un momento, dejar otra vez que el peso me caiga encima. Me lo permito. Unas lágrimas por ella. Cierro la puerta y me siento un ratito nomás, mientras mi jogging companion viene por mí. Después todo está bien otra vez. En la vuelta cinco empiezo a escribir mentalmente (últimamente hago mucho eso) una nota de agradecimiento. Más tarde la enviaré.