12.04.2005

diciembre

Ya es diciembre. No voy a terminar de escribir nunca la segunda parte del post sobre Thanksgiving. Tanta cosa. Desde antier, escribiendo un paper que se entrega el martes. Que si Fox dijo, que si no, que si la política consular. Guargh. Luego el güero con su lista turística antes de irse (se va), jalándome como papalote por Harlem y the Cloisters y el pino mentado de Rockefeller center y yo que soy una grinch y me chocan los mapas y las fotos y las multitudes. Anoche, amarrándole una sábana en el cuello al flasmeis y mándandolo como madre irresponsable a la fiesta de disfraces sin por lo menos una espada cucha de papel aluminio. No me doy abasto. Ya me dí cuenta que yo con un horno soy feliz. Denme una estufa y una batidora. Los libros son pa mientras sale el pie o se gratinan las enchiladas suizas. Aparentemente en la escuela creen que soy hip. Las compañeritas me preguntan a dónde ir con sus dates, quieren que les presente a los amigos del flasmeis, que las lleve a bailar desenfrenadamente un jueves por la noche. Me encomendaron coordinar el evento social con el profesor famoso. Es bueno tener un lugar decente y chido en donde a uno la conozcan, fiuf. Luego Patty, que sigue llenando aplicaciones con un tesón que me sorprende y yo, que quiero decirle que se relaje, que vayamos a Washington Square Park, porque nunca lo ha visto. Ocho años viviendo aquí y no sabe qué es eso. La pareja de viejitos en el café, preguntando qué estoy haciendo, ella, regañándolo por nosy, él, ofreciéndome siete dólares por mi iBook, chuleándome la sonrisa. Caetano y los tropicalistas con peinado afro desconcertando a los alumnos que no entienden por qué el ejército brasileño y la dicatura y qué no el gobierno y las fuerzas armadas son la misma cosa? Mis papás y la política reynosina y los discursos apresurados. Los curitas del alma por la madrugada y darme cuenta que me parte el corazón verlo triste, ofreciéndole una sopita de tomate a ver si se le olvida. Y mis papers, hasta el final, las tareas, pendientes y postergadas, igual que el pacto migratorio y el abrigo que hay que llevar a componer porque hoy amaneció por fin la nieve. La nieve ligerita sobre el árbol que todavía se viste de amarillo contra el techo de la iglesia que parece de gengibre. Un respiro. Hace falta a veces. ¿Cuándo es a veces? Hoy es diciembre.

1 Comments:

Blogger Jody Dito ha dicho...

No ves, este post que es una auténtica maravilla del atropello linguistíco, un reflejo dorado del spanglish, una ametralladora verbal mágica y un sindescanso literario, para tu profe, si ese profe tonto que no se entera de nada, leyéndolo te diría-"¿por qué no escribes cosas importantes?, si, si esto esta bien pero...."-Pues yo le mandaría a hacer gárgaras (si sabes que es eso) y seguiría escribiendo tal y como lo haces.

Ya que si el "correcaminos" (beep-beep) pudiera escribir, lo haría tan absolutamente bien como tú, querida La Maz.

10:46 p.m.  

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