9.27.2007

hopeless

Aparentemente es un nuevo pasatiempo entre mi audiencia estudiantil provocarse desmayos en clase. Es decir, manipular de alguna manera el oxígeno que reciben para mini-desmayarse. Está de moda, me dicen. Abro la boca y la cierro inmediatamente sin decir nada. Porque me queda muy claro que advertirles que la falta de oxígeno puede causar daño cerebral es pretty much useless. Demasiado tarde.

Etiquetas: