1.30.2007

técnicas

Tengo una técnica de unas quincenas para acá. Me ayuda a disminuir mis gastos y tal vz, tal vez, en unos meses me ayudará a ahorrar. Hay que pagar primero para empezar a ahorrar. Quiero irme, ser libre. Hoy fue quincena. Lo primero que hay que hacer es ir a Galerías a hacer pagos de celulares, tarjetas de crédito, etcétera. Este hábito de cumplición financiera, sin embargo, no había resultado en disminumiento alguno de mis responsabilidades deudísticas, para beneplácito de mis acreedores (que me ofrecen la Gold American Express cada que pueden) y desmayo de Bonbonún, quien se preocupa de veras por mis finanzas (y las hipotéticas futuras suyas, I guess). Un día me dí cuenta, un día realicé, que el problema no eran los prontos pagos, sino las tentaciones aledañas. Los recibos quedaban pagados, efectivamente, pero siempre había una blusita, un cidí, un brassiere de oysho, chocolates de liverpúl. Así que diseñé una técnica. El estacionamiento es gratis los primeros quince minutos, y si ya vamos a ahorrar, que sean hasta los diez pesos del boletito. Hay que entrar, pagar y salir en quince minutos, no más. El problema es encontrar lugar. El problema es que hay tentaciones. El problema es que diez pesos siempre tengo. Ah, pero PERO. La técnica consiste en dejar el boleto en el auto. Si lo bajo conmigo siempre puedo pagarlo después, cuando ya es demasiado tarde. Cuando ya gasté. Así que se deja en el auto el tíquet. Y se camina apresuradamente entre los que sí gastan y los que se tardan y los que platican y echan novio en el centro comercial. Y uno es puro rush, rush, rush.

Hoy tardé doce minutos.

Etiquetas: